El análisis de ciclo de vida (ACV) es un método para evaluar los impactos ambientales asociadas a la fabricación de un producto, proceso o actividad identificando y cuantificando los impactos asociados al uso de materia y energía y a los vertidos al entorno. Su objetivo final es determinar el impacto de estos productos, procesos o actividades en el medio ambiente para evaluar y poner en práctica estrategias de mejora medioambiental.
El ACV estudia los aspectos medioambientales y los impactos potenciales a lo largo de toda la vida de los productos y/o servicios, “desde la cuna hasta la tumba”, desde la extracción de las materias primas y la energía necesaria hasta la producción, uso y disposición de los productos.
La metodología general del ACV consta de cuatro fases, aunque no existe un único método para su realización:
El ACV es un procedimiento desarrollado inicialmente a partir de la década de los 70 para el diseño de productos industriales. La metodología general de ACV está totalmente estandarizada en las normas UNE-EN ISO 14040:2006 y UNE-EN ISO 14044:2006. Actualmente se han desarrollado numerosas adaptaciones a otros tipos de procesos, entre ellos la edificación.
El método ACV aplicado al estudio de un punto de venta o edificio, permite conocer cuáles son en la etapa de producción y de construcción, los procesos y materiales que producen el mayor impacto ambiental, permitiendo así conocer las soluciones alternativas para aplicar al edificio, además de examinar la etapa de uso del edificio en referencia al uso de los acondicionamientos e iluminación, y la etapa de fin de vida útil con los procesos de reciclaje o de desecho.
Atendiendo a la clasificación y a la nomenclatura incluida en las normas UNE-EN ISO 14040-14044, se establecen cuatro etapas en el ciclo de vida de una construcción:
Por otro lado, tanto los productos de la construcción como los procesos industriales pueden contar con un análisis de ciclo de vida específico, que se denomina Declaración Ambiental de Producto (DAP). El marco para el etiquetado y declaración medioambiental de los productos se recoge en las normas ISO 14020 y existen diversas categorías en función del tipo de verificación y control que se hace sobre el análisis del ciclo de vida. El ACV es la base del Ecodiseño, el Ecoetiquetado y las Declaraciones Ambientales de Producto.
Existen diversas herramientas de evaluación del ACV; su elección dependerá de requisitos, tales como los indicadores en los que uno está interesado, el propósito del estudio (ya que algunos instrumentos se encuentran más adaptados a usos específicos que otros), la precisión del cálculo y la forma en que se presentan los resultados.
En el caso de edificación, aún no es posible completar el cálculo de un ACV de un edificio, porque depende de numerosos factores de los que no se dispone suficiente información hasta el momento.
La herramienta de evaluación ambiental VERDE multirresidencial y oficinas realiza un análisis de ciclo de vida para el cálculo de los impactos generados y los compara con las generados por un edificio de referencia. Este edificio de referencia es aquel que cumple las condiciones mínimas exigidas por la normativa.
Fuentes:
UNE-EN ISO 14040. Gestión
Ambiental. Análisis de Ciclo de Vida. Principios y marco de referencia.
Diciembre 2006.
UNE-EN ISO 14044. Gestión
Ambiental. Análisis de Ciclo de Vida. Requisitos y directrices. Diciembre 2006.
La ISO 14044 sustituyó a ISO 14041, 14042 y 14043.
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