jueves, 19 de septiembre de 2013



Cada vez es más frecuente encontrar en el mercado un gran número de productos que reflejan en sus etiquetas un compromiso con el medio ambiente, es el caso de las certificaciones Forestales FSC y PEFC ayudando así a gestionar los recursos forestales de manera responsable y sostenible a nivel mundial.
La creciente demanda de productos respetuosos con el medio ambiente por parte de la población ha hecho que en la mayoría de las empresas cambien sus políticas. Dichas empresas certifican sus productos para garantizar que, tanto el producto en sí, como los procesos de elaboración, cuidan el medio ambiente, respetan los derechos de los trabajadores y, además, no perjudican la salud.


Cualquier producto realizado con madera es susceptible de acogerse al control FSC: desde tableros, papel, muebles, tarimas, bolsas, etiquetas, hasta lápices. Cualquier producto que incluya madera en su origen o composición, puede llevar el sello FSC o PEFC si cumple con las condiciones necesarias.

La preocupación por este tema tiene su origen en la constante desforestación de zonas tropicales. Según datos de la FAO, para 1999 casi la mitad de la cubierta forestal del planeta había desaparecido, siendo mucho más palpable en las zonas tropicales.

La certificación de la madera es un proceso de evaluación al que los bosques y las empresas del sector de la madera se someten de forma voluntaria. Esta valoración es realizada por una tercera parte independiente y ajena a la empresa (entidad certificadora). El proceso se realiza a través de controles a la empresa y consultas con todos los implicados, mediante un mecanismo de auditorías.


La certificación de madera consta de dos partes diferenciadas:

     * Certificación de la gestión forestal 

El proceso de certificación tiene como objetivos mejorar la gestión de los bosques y asegurar un mercado para los productos certificados. Para comenzar se debe certificar el bosque del que proviene la madera y las prácticas que en él se realizan, lo que se conoce como Certificación de la Gestión Forestal. Una vez que se ha superado la auditoria, el proceso culmina con la obtención de un certificado que acredita las buenas prácticas ambientales forestales en ese bosque.

     * Certificación de la cadena de custodia.

Para asegurar que la madera que estamos utilizando proviene de una gestión forestal sostenible es necesario no sólo controlar el origen de la madera en el bosque sino también toda la ruta que la madera sigue en su proceso de fabricación, así una vez que la gestión forestal ha sido certificada, es preciso realizar el seguimiento de los productos extraídos del bosque durante toda la cadena de transformación y suministro, esa ruta se denomina la cadena de custodia (CdC) y ofrece al consumidor garantías de que la madera procede de bosques gestionados de acuerdo a unos estándares internacionales que contemplan aspectos ambientales, sociales y económicos.

Los sellos más ampliamente difundidos hoy día son:

     * FSC Forest Stewardship Council.

Es una organización internacional sin ánimo de lucro que se fundó en 1993, y que está compuesta por representantes de grupos sociales y ambientales, de comerciantes de la madera y de productos forestales, organizaciones de pueblos indígenas, grupos comunitarios con intereses forestales y organizaciones certificadoras de productos forestales de todo el mundo. 

El FSC emite tres tipos distintos de certificados: Certificación Forestal, Cadena de Custodia y Madera Controlada. 

Hay opciones específicas para las operaciones forestales de comunidades, y propietarios de parcelas de tamaño pequeño o de baja intensidad.

     * PEFC Programme for the Endorsement of Forest Certification

Es una organización no gubernamental, independiente y sin ánimo de lucro fundada en 1998. Promueve la gestión sostenible de los bosques a través de un sistema de certificación independiente para conseguir un equilibrio social, económico y medioambiental de los mismos. Dentro del sello de PEFC están incluidos 34 sistemas de certificación forestal nacionales y hacen de este sello uno de los de mayor difusión mundial.


Las certificaciones de construcción sostenible LEED y BREEAM, la madera, por ser un material muy utilizado, tiene una consideración muy relevante. 

     * Actualmente sólo existe una organización reconocida por LEED para certificar las maderas, la FSC. Para obtener el crédito o punto de certificación de la madera para una construcción LEED, es necesario que al menos el 50% de componentes de madera estén certificados de acuerdo a los criterios del FSC.

    * En el caso de la certificación BREEAM exige que los productos y materiales estén certificados el proceso clave y/o proceso de cadena de suministro. Los materiales más valorados serán aquellos en los que su certificado cubra el proceso de cadena de suministro los sistemas que disponen de esta, son FSC, PEFC, SGM certificado para proceso clave y/o cadena de suministro.


La información procedente de las páginas Web de ambos sistemas (abril de 2013) indica que en España existen 160.155 ha certificadas por FSC y 1.606.436ha por PEFC. Estas cifras representan, respectivamente, unos escasos porcentajes del 0,9 y 8,8% de la superficie forestal arbolada nacional, muy lejos de las de otros países con mucha mayor tradición forestal, como Finlandia o Suecia.


Fuente: ECO_STORE Sustainable
Bibliografía: Sexto congreso forestal Español
             

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